martes, 10 de diciembre de 2013

Les passantes - Las transeúntes

Esta es la poesía que salvó del olvido a Antoine Pol (1888-1971), publicada en 1918 en su "Emotions poétiques".
Su tema es sobre estos destellos fugaces de amor con los cuales nos cruzamos a lo largo de nuestra vida e imposibles de concretar cuando los hombres somos incapaces de vencer las distancias. Y estos instantes los recordamos raramente, quizás sólo en los momentos de soledad.

Georges Brassens la descubrió en 1947 y le puso música y la cantó en 1972. Para darle un sentido más amplio al poema, nunca cantó las estrofas 4 y 6, que se refieren a un recuerdo personificado muy específico de una bailarina y a las mujeres que aman en secreto, esto último contrario a la idea motivo del poema que está enfocado a las mujeres que uno ha amado.
Fabrizio De André hizo el cover en italiano, "Le passanti".




Je veux dédier ce poème
A toutes les femmes qu'on aime
Pendant quelques instants secrets,
A celles qu'on connaît à peine,
Qu'un destin différent entraîne
Et qu'on ne retrouve jamais

A celle qu'on voit apparaître
Une seconde à sa fenêtre
Et qui, preste, s'évanouit,
Mais dont la svelte silhouette
Est si gracieuse et fluette
Qu'on en demeure épanoui

A la compagne de voyage
Dont les yeux, charmant paysage
Font paraître court le chemin;
Qu'on est seul, peut-être,
à comprendre
Et qu'on laisse pourtant descendre,
Sans avoir effleuré sa main

A la fine et souple valseuse
Qui vous sembla triste et nerveuse
Par une nuit de carnaval
Qui voulut rester inconnue
Et qui n'est jamais revenue
Tournoyer dans un autre bal

A celles qui sont déjà prises
Et qui, vivant des heures grises
Près d'un être trop différent,
Vous ont, inutile folie,
Laissé voir la mélancolie
D'un avenir désespérant

A ces timides amoureuses
Qui restèrent silencieuses
Et portent encor votre deuil
A celles qui s'en sont allées
Loin de vous, tristes esseulées
Victimes d'un stupide orgueil.

Chères images aperçues
Espérances d'un jour déçues
Vous serez dans l'oubli demain;
Pour peu que le bonheur
survienne
Il est rare qu'on se souvienne
Des épisodes du chemin

Mais si l'on a manqué sa vie
On songe avec un peu d'envie
A tous ces bonheurs entrevus ,
Aux baisers qu'on n'osa pas prendre,
Aux coeurs qui doivent vous attendre,
Aux yeux qu'on n'a jamais revus

Alors, aux soirs de lassitude,
Tout en peuplant sa solitude
Des fantômes du souvenir,
On pleure les lèvres absentes
De toutes ces belles passantes
Que l'on n'a pas su retenir
Yo quiero dedicar este poema
A todas las mujeres que amamos
Durante algunos instantes secretos,
A las que conocemos apenas,
A las que un destino diferente se lleva
Y que no se vuelven a ver más

A la que vemos aparecer
Un segundo en su ventana
Y que, rápidamente, se desvanece
Pero cuya esbelta silueta
Es tan graciosa y delicada
Que nos quedamos maravillados

A la compañera de viaje
Cuyos ojos, encantador paisaje
Hacen parecer corto el camino;
Que somos los únicos, quizás,
en comprenderla
Y que dejamos sin embargo bajar
Sin haber rozado su mano

A la fina y flexible bailarina de vals
Quien te pareció triste y nerviosa
En una noche de carnaval
Quien quiso permanecer desconocida
Y que jamás volvió
A arremolinarse en otro baile

A las que ya están comprometidas
Y que, viviendo horas grises
Cerca de un ser demasiado diferente,
Nos han, inútil locura,
Dejado ver la melancolía
De un futuro desesperante

A estas enamorada tímidas
Que quedaron silenciosas
Y llevan aún nuestro duelo
A aquellas que se fueron
Lejos de nosotros, tristes y solas
Víctimas de un orgullo estúpido.

Queridas imágenes percibidas
Esperanzas frustradas de un día
Estaréis en el olvido mañana;
Con sólo un poco de felicidad
que tengamos
Es raro que nos acordemos
De los episodios del camino

Pero si hemos fracasado en la vida
Soñamos con un poco de envidia
En todas esas felicidades entrevistas,
En los besos que no osamos tomar,
En los corazones que debían esperarnos,
En los ojos que no hemos vuelto a ver

Entonces, en las noches de cansancio,
Poblando nuestra soledad
Con los fantasmas del recuerdo,
Lloramos los labios ausentes
De todas las bellas transeúntes
Que no supimos retener

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